El relato racional que guarda nuestro inconsciente está repleto de seres alados como son los dragones, los hipogrifos, las harpías y demás. De entre todos ellos, destaca el ave Fénix; un pájaro de plumas brillantes y larga vida que, como sabemos, renace de sus propias cenizas. También tenemos la leyenda de Ícaro, al que su padre, Dédalo, le construyó unas alas para escapar de Creta volando. Si seguimos con la lista, los ángeles de nuestra tradición mitológica también aparecen con alas a la espalda, incluso en su versión satánica.