La imaginación y su capacidad para simular hechos y acontecimientos se pone en marcha cuando toca rellenar periodos remotos en los que la evidencia de acción homínida resulta tan escasa como inexistente.
La imaginación y su capacidad para simular hechos y acontecimientos se pone en marcha cuando toca rellenar periodos remotos en los que la evidencia de acción homínida resulta tan escasa como inexistente.